lunes, 7 de septiembre de 2020

El activismo que agota

          Es muy complejo ser activista y luchar por un colectivo al cual pertenecés sin una                   herramienta o un apoyo de tus pares, es como colocar una curita en una herida en un              brazo cuando el otro brazo fue cortado completamente y pierde sangre a montones.                 Yo podría quedarme cómoda en mi posición de travesti que trabaja bajo relación de               dependencia, cobrando un sueldo en blanco y viviendo en un departamento sola sin                 compartir siquiera el baño, pero sé que hay otras compañeras que no están en la misma          y ahí es donde hay que trabajar, para que todas tengamos la misma oportunidad de                 vivir en un departamento que no tenga un baño compartido.

Cuando se emprende dicho camino se sabe que será frustrante porque lo que harás será poco en comparación de otras activistas, pero las críticas que recibirás serán potentes porque el ser humano tiende a criticar al que hace y no al que se queda en su casa de brazos cruzados, y por qué critica al que hace? Porque podés pasar a ser una amenaza, una molestia, o simplemente porque lográs generar cosas que el otro no, que básicamente es actuar. No pretendo arrojar un curriculum o listado de las cosas que hago, me podría limitar a compartir publicaciones en un grupo de Facebook o en un perfil de Instagram con temática de diversidad y apoyar mis pies sobre la mesa y manos cruzadas detrás de la nuca a mirar el techo creyendo que hice todo lo que estaba a mi alcance.

He escuchado las frases más insólitas (o leído en épocas de pandemia) cuando alguien se  enteraba de las actividades en las cuales estoy involucrada. 

Una de ellas fue: “Yo voté a Alberto Fernandez, así que hice más de lo que hacés vos”. Cabe aclarar que por ser crítica de cualquier gobierno los kirchneristas me ubican como macrista, y los macristas me tildan como “kuka”. Evidentemente está mal criticar acciones políticas, de hecho ésta persona que dijo esa bella frase de Alberto Fernandez al día de hoy piensa que voté por Macri. Simplemente porque es más sencillo typear una conlusión obtenida de nadie-sabe-donde, en vez de preguntar.

Luego tenemos el otro ala, el ala de las personas a las cuales podés ayudar o asesorar con respecto a diferentes cuestiones: ahí encontraremos gente que no comprende que el hecho de repartir alimentos por causa de la pandemia es una acción que nace voluntariamente de las organizaciones y no una obligación, Entonces comenzamos a recibir puteadas o exigencias porque hubo una semana que no recibieron alimentos. Gente que no es del colectivo (sobre todo varones cis héteros) que se hacen pasar por gays para recibir el bolsón de alimentos, lo más loco es que cuando los agendás, su whatsapp es de una cuenta empresarial, es decir un varón cis dueño de una empresa le está quitando el alimento a una persona trans que no se puede prostituir por causa de la pandemia, y por ende no puede pagar el alquiler en la pensión u hotel donde está parando.

Te encontrás también con gente que envía mensajes de audio por whatsapp con la voz de sus hijxs diciendo frases como “tengo hambre” para poder generar culpa.

Algo que también sucede muy a  menudo y lo charlábamos la otra vez con la abogada del centro de violencias, era que si el trabajo que se había hecho funcionaba, rara vez le avisaban. Ésta abogada me comentaba que su forma de enterarse si algo había funcionado o no era porque básicamente no recibía noticias, así que estaba todo bien. Y eso es un accionar típico del ser humano, lo vivo constantemente en mi trabajo con dueños de empresas que al no poder realizar una acción, te taladran el whatsapp, pero cuando lo solucionás no hay siquiera una palabra de agradecimiento.

Personas que se han mostrado interesadas en participar en la organización cuando se anotan por la ayuda, pero al momento de recibir dicha ayuda les hablo por whatsapp para comentarles de la próxima reunión que tendremos y jamás recibo respuestas a esos mensajes.

Y es ahí cuando nos volvemos más tajantes en nuestro accionar, más fríxs y menos humanxs, a principio de la pandemia me encontraba llamando a cada unx y hoy por hoy emito una plantilla de texto para que me completen los datos (sólo me focalizo en que la acción se cumpla). Únicamente mantengo relación por audio o llamadas con las personas que se muestran receptivas y no sólamente reclaman frente a un accionar.

Y la frutilla del postre son las redes sociales, haber creado un grupo para compartir cosas del colectivo parece haber sido para algunxs el mal en persona, aún sigo sin comprender qué daño puede causar un grupo donde todo el mundo comparte lo que sabe y esporádicamente hacemos reuniones de Zoom para conocernos?

Personas con síndrome de falta de atención que cuando lanzás un post sobre travesticidios reclaman que las discriminás por no usar el lenguaje inclusive, y gente que has visto no decir nada frente a millones de mensajes agresivos hacia personas del colectivo te  piden que modifiques un post simplemente porque estás contando una situación real. Lo que noto dentro de ésta ola diversa transfeminista es que los varones se quejan por no ser el centro de atención, entonces invisibilizan situaciones simplemente para que no pierdas el foco en ellos.

Lo que estoy notando también es que éste año muchos varones se están animando a tener relaciones con mujeres trans. El tema es que para no perder la costumbre el foco se debe centralizar en cómo se sienten frente a ésta situación. Las trans (discriminadas simplemente por querer salir a la calle) tenemos que ponernos en una postura de comprensión frente a la vulnerabilidad que le genera a un varón cis tener relaciones con nosotras. De esa manera nuevamente debemos ser comprensivas cuando ellos no lo fueron al abusar de nosotras, consumirnos como prostitutas, o hacernos pasar un mal rato simplemente porque implementaban una forma de tener sexo más relacionada a lo que es una película porno de lo que es una química entre dos cuerpos. Es así como somos las equivocadas por visibilizar éstas situaciones y no comprender al varón bruto simplemente porque se crío en un entorno humilde.

Toda esa falta de apoyo puede llegar a ser sumamente desgastante y simplemente corre del foco todo el laburo que se está haciendo tan sólo porque un par de personas con todos los privilegios se sienten ofendidas.

Si alguien que leyó ésto también se sintió ofendidx, tiene toda la libertad del universo de no leerme o darme Unfollow en mis redes sociales. Es más desgastante lidiar con sus sensibilidades pero saber que aún me siguen.

Les agradezco el momento agradable que habré compartido en algún momento con ustedes pero esos momentos ya no existen más. 

Saludos.


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