LA NOCHE CROSS

Charlando con un contacto de Contactossex me pregunta si frecuento la noche Cross (la diferencia entre Cross y Trans es que Cross sólamente son personas que se visten de mujer -binariamente hablando- utilizando maquillaje, pelucas, vestidos y tacos como una especie de conexión con lo femenino o para despuntar el vicio, y trans es un género, es como unx se siente, se puede ser trans sin vestirse de “mujer”, lxs trans se hormonizan, a veces se operan y van por la vida siendo trans, es una identidad de género mientras que lo otro es una expresión de género).

En la noche cross, hay grupos de personas que se juntan y se montan (se visten de “mujer”) y hacen salidas al teatro, a comer, o se juntan en una casa, lxs acompañan sus parejas (pueden ser hombres o mujeres, de hecho hay personas crossdresser que que están casadxs y tienen hijxs.

Respondí que no concía lugares para dichos encuentros así que éste contacto me pasó varias páginas de Facebook (que antigüedad) para que me pueda unir y me entere de dichas salidas, cuestión que esa semana, viernes santo para ser más precisx, ese 19/04/2019 había juntada en un grupo que se llama “La banda del golden cross” a media cuadra de Maure y Forest que era donde trabajaba en algún momento, en uno de los tantos ciclos de mi vida.

Aproveché que mi amiga Sabrina se había ido con su marido a la casa de su padre por el finde largo y me fui a maquillar a su casa que queda a dos cuadras de Cabildo y Maure. Fue así que salí montada (sin la peluca puesta porque hacía calor pesado ese día) hacia ese lugar, con ese miedo que te corta el aire, de que un grupo de varones te cruce y te quiera golpear sólo por ser “diferente”. Oyendo música suave en los auriculares como para no escuchar los insultos de las personas y para estar alerta frente a cualquier sensación de ataque.

Llegué a destino y había dos chicas cross comiendo en el lugar que estaba cerrado con llave pero con una vidriera que se podía ver todo, entré y aboné 100 pesos que incluía una consumición y me fui al baño a ponerme la peluca. Me acerqué a las chicas que estaban comiendo para decirles que era nueva y me dijeron que me siente con ellas, ahí estaba Ale Fernandez que es la que se encarga de editar los videos y grabarlos y una cross cuyo nombre no recuerdo que es de Bahía Blanca, que no puede mencionar a qué se dedica por pertenecer a un puesto importante de alguna empresa.

Más Tarde caen Mirna Ladyrouge que es una de las organizadoras, y el resto de la troupe, armando una mesa extensa, cae también una pareja hetero pero el muchacho sin montarse porque primero quería conocer el ambiente, un muchacho que se dedica a ser guitarrista de una banda de rock y es herrero.

Este es un espacio de liberación, sin prejuicios, sin topes, un señor mayor pidiéndome mi teléfono y al otro día siendo insistente como la mayoría de los hombres que gustan de las cross y no paran de mandarnos mensajes o dejarnos llamadas perdidas.

Hicimos el visionado de los videos (un video clip de take a chance on me de Abba y otros cortos que armó Ale).

Cansada de los lugares gays por el caretaje propio del ambiente donde vi que ya no había un lugar de bienvenida para mi, o de comodidad o empatía, sumado a los horarios nocturnos que se me complica para volver a casa donde estoy más interesada en quedarme que estar escuchando música fuerte en un lugar plagado de gente me llevó a tener cierta atracción por éste encuentro donde la música es leve, se puede conversar y el ambiente es menos careta. Todo salió correcto, tal fue así que nos tuvimos que ir del lugar porque los que trabajaban ahí querían cerrar el recinto, me volví a dormir a lo de mi amiga rodeada de sus gatxs para en un par de horas retornar a casa.