miércoles, 23 de octubre de 2019

Némesis

Siempre que fui a la escuela. Al secundario o en cada uno de los trabajos tuve mi Némesis, esa persona que deseas destruir, que tiene tantas cosas en común con vos, que genera una especie de obsesión. Que cada vez que hacés algo se te pasa por la cabeza: “cómo reaccionaría ésta persona?”. Como si algo de todo eso fuese a cambiar tu estilo de vida, tus hábitos o tus respuestas. Nunca pude dilucidar si la situación de tener una Némesis nacía de que era algo que sucedía  a nivel destino o si era algo que yo generaba desde el lado de una necesidad de confrontar con alguien y dedicar toda mi energía batalladora en esa persona.
Generalmente mis Némesis son personas que están enojadas con la vida, cultas, que pueden  resultar atractivas pero no desde el lado físico. El.mayor dolor que me genera tener una Némesis es no poder decirle en la cara todo lo que pienso. Eso hace que en ciertas situaciones esté todo el día masticando en mi cabeza esas oraciones que no pude arrojar.
Mis Némesis tienen esa cosa recalcitrante de querer mostrarse hiper formales pero en el fondo son personas retorcidas y de dar golpes bajos. A mis Némesis les caen mal a muchas personas, no sólo a mi, así que de alguna manera uso el convencimiento para atraerlxs hacia mí lado y formar una especie de jurado frente a esa persona que cada vez va perdiendo más poder.
Generalmente cuando la Némesis ya no está más en mi vida o deja de interesarme al nivel que dejo de pensar si existe o no, es reemplazada por otra Némesis. Hace tiempo no tenía una y ahora la estoy volviendo a experimentar. A las Némesis las siento como el alcohol. Me encanta tenerlas pero al otro día me lamento del malestar que me generan. Cambiará esto alguna vez? Pensé que ya había sucedido. Pero acá estamos de nuevo, batallando con otro ser humano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario