El corto camino de cambiar el DNI

Mis decisiones radicales las tomé borracha

     Luego de haber estado informándome durante días en cuestiones de género me senté en la barra de mi bar preferido: Flux y comencé a conectar lo que sabía de mi con lo que autopercibía, repasé toda mi vida como si me estuviese muriendo y algo que no era causa menor es que los únicos momentos en que no deseaba la muerte era cuando estaba montada. Dos litros de cerveza después, sola, sentada en la punta de la barra me dije: soy travesti! Pero eso no me hizo accionar de buenas a primeras. Como llevar lo que hacía arriba del escenario a mi vida cotidiana? Como haría con mi laburo, con el curso de Motion Graphics que estaba realizando, con mi familia, con los hombres que sólo gustan de hombres?
      Era algo que mi cerebro no estaba preparado a llevar a cabo ejecutar, así que lo guarde en el estante de arriba del ropero, esos que están a mano pero no llegás a ver.
     Pasaron un par de meses y yo había comenzado a ir a las marchas del orgullo, hasta que comencé a ir a las feministas. Hasta que llegó el 13 de junio del 2018, ese día estaba con mucha ansiedad, se debatía la despenalización del aborto en el Congreso en la cámara de diputados y yo quería estar presente en ese día histórico. Recuerdo haberme ido hasta el Congreso al mediodía en la hora del almuerzo para respirar ese aire, y no dudé en quedarme en la vigilia. Caminé muchos pasos y tardé un tiempo prudente en llegar cerca del edificio del Congreso, me quedé viendo todo a mi alrededor hasta que agaché la cabeza y me dije, Sergio no puede venir más acá, acá tiene que venir Gabriela.
     Elegí Gabriela porque muchas mujeres con ese nombre me inspiraron y además me parecían bellas de cuerpo y alma, la primera mujer por la cual sentí atracción se llamaba así, y si hubiera tenido un hijo le hubiera puesto Gabriel, lo tenía definido desde los 10 años.
     Luego de que la ley de IVE no se aprobara en senadores recuerdo haberme sentido muy triste y llorar frente al monitor de mi trabajo (lo estaba viendo por youtube). En ese momento aproveché esa energía de que una ley que podría haber cambiado la historia del país no haya sido aprobada por un grupo de conservadores, para definir que sería el momento perfecto para transicionar, tenía que ser una disidencia más para esa lucha constante de poder sobrevivir en ésta sociedad patriarcal, binaria y machista. Además ya no toleraba ser hombre. Quería arrancarme mi masculinidad  (lo que quedaba) como si fuera una brea quemada que me estaba consumiendo el cuerpo.
     Fue así que cuando entró mi jefe a mi oficina le dije sin tapujos: mirá que me voy a cambiar el sexo en el DNI, eh? (Casi como una amenaza).
     Él no me creyó, me respondió: dejate de hinchar las pelotas.
     Yo: te lo digo de verdad.

     Y ahí fue cuando me sacó a charlar afuera y me dijo: yo no tengo problema, pero sabés que todo se va a complicar el doble y que si querés cambiar de laburo, seguro se te complique. Las multinacionales aún no tomaron personas trans.
     Agradecí sus palabras y le dije: lo que pasa que siendo travesti es el único momento en que no tengo ganas de pegarme un tiro.
     A los pocos días me llamó a su oficina me pasó un contacto por whatsapp y me dijo, "Acá tenés un psicólogo que se encarga de esas cosas raras que te pasan a vos" (siempre con ese aire irónico y nunca dejando de preocuparse). Gracias a su ayuda hace un año y medio que estoy en terapia y avanzamos bastante. Lo suficiente como para que a los 4 meses de sesiones ya haya empezado a hacer mi tratamiento hormonal.
     Fueron muchas idas y vueltas, muchas llamadas a la obra social porque no me autorizaban las hormonas. Varias amistades de hacía 20 años que sutilmente habían dejado de mandarme mensajes para ir al teatro o juntarnos a comer algo. Sabía que el camino iba a estar difícil, pero no fue tan difícil, una cuando hace éste tipo de decisiones radicales se debe mentalizar que con lo que más va a tener que lidiar es con la imposición de la gente. El otro SIEMPRE pretenderá saber más que vos y te lo hará saber, me ha pasado toda mi vida de gente opinando sobre mi alimentación y hoy le agregan sobre éstas cuestiones de género. Deberían vender auriculares para no escuchar éste tipo de imposiciones. Que haya un filtro particular, porque puede llegar a ser agotante.
     cuando comencé a transicionar conocí ésta nueva clase de hombres que tienen sexo con "chicos que se visten de chicas" (que son muy distintos a los hombres que están con otros hombres) comencé a juntarme con el grupo de chicas cross, donde encontré un ecosistema interesante, donde hay rencillas como todos los grupos de seres humanos, pero nos une el mismo sentir.
     Quería esperar a que salga una ley donde pueda colocar mi género (no binario) o directamente que saquen el sexo del DNI. Pero el hecho de saber que en breve se viene el censo, donde van a diferenciar por género y además felizmente cuantificar las familias homoparentales, decidí que éste era el momento.
     Soy de pensar que las cosas deben fluir así que me asesoré con el grupo de whatsapp de lxs chicxs del Fleming, que es un grupo de personas trans donde reciben el tratamiento y la compañía profesional ya que no tienen un trabajo en relación de dependencia. Y eso les cuesta insertarse en la sociedad y hay muchxs que están en la indigencia. Ellxs me informaron los pasos para el nuevo DNI y ahí comencé a hacerlo.
     Rectifiqué mi partida de nacimiento un 23 de diciembre del 2019 (me encanta hacer trámites cuando no va nadie). Me la entregaron un 11 de enero del 2020, el 12 me presenté en el RENAPER de Av de mayo y ya para el 27 de enero tuve mi nuevo DNI impreso. Causalmente un 27 pero de otro mes cumplo años. Así que me pareció perfecta ésta asociación. En numerología 2+7=9 y 9 es tres veces el equilibrio. El equilibro es el 3. No me considero una persona equilibrada mentalmente. Pero no descarto las simbologías. Por eso el camino fue corto. En un año y medio comencé e hice uso de todo el kit trans para hacer más fiel la lucha, que es mucha.