miércoles, 27 de noviembre de 2019

La batalla de los egos.

"Si no me das like, no te doy like", "#follow4follow", "subiste una foto donde aparezco que no me gusta", "No subiste ninguna foto donde aparezco", y la lista sigue…
Soy fanática de la mitología griega, recuerdo que Robert Graves decía que el titán cronos se comía a sus hijos en representación a que el tiempo nos consume. Yo creo que la metáfora en éste caso fue suplantada con nuestro Ego. Pero no estamos hablando del ego como sostén, ni como el ego desde donde se centra todo nuestro sistema, tanto de creencias como otros pilares de formación para poder obrar frente a otra sociedad donde vemos la presencia de otros egos interactuando.
Hablo del ego como esa unidad desmedida y voraz que intenta barrer con los otros egos, que pretende perpetuarse a modo de querer conseguir algo por más ínfimo que sea con tal de no ser velado por otros egos más avasallantes. Ese ego que hace que sacrifique las relaciones más amenas, las convivencias más nutritivas y hasta nuestros lugares de escape.
Porque ese ego desmedido es capaz de perder lo poco que construyó la persona portadora del mismo con tal de subir ese escalón que la reconoce frente a algo.
Ésta noche intenté hacer un ejercicio mientras caminaba, lejos de todo ruido. De otros egos, con música tranquila. Empecé  a reconocer qué es lo que forma parte de lo que deseo y qué forma parte de lo que hago por orgullo, incluso por vanidad. Qué es lo que gano y qué es lo que pierdo en esas acciones? Lo que gano es trascendental o sólo para saciar ese vacío que deseo tapar con banalidade, Como cuando decimos que tenemos hambre pero en realidad deseamos comer una porción de pizza o tomar una lata de cerveza simplemente porque tuvimos un mal día en el trabajo?
Me enojo porque no me eligieron para una obra o me pregunto si me hubiese sentido cómoda trabajando en esa obra con ese elenco? Me molestó lo que escribió esa persona o simplemente me hizo ruido porque tocó alguna fibra que debo trabajar en mi?
Preguntas y más preguntas que sólo nuestro ego (el que  construye) nos puede dar las respuesta. Recordemos que Ícaro en su ambición desmedida construyó unas alas tan grandes que voló tan alto y las mismas se derritieron con el sol provocando su muerte. El sol es esa estrella donde giran todos los planetas de nuestro sistema solar. Planeta regente del signo de Leo que muchxs sabemos que su característica fundamental es el ego. No encontré mejor metáfora para éste caso. Tal vez nuestras alas deban ser más pequeñas para que otrxs puedan volar acompañándonos en el mismo espacio.

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